LOS INQUISIDORES
El mundo está cubierto de piojos:
No hay palmo de tierra del que no chupen,
Ni secreto de alma que no acechen
Ni sueño que no muerdan ni perviertan.
En sus lomos peludos se divierten,
Siendo amenazas, todos los colores:
Los hay castaños, verdes, amarillos,
Los hay negros, rojos y grisáceos.
Y todos se encarnizan, comen todos,
Acordes y voraces en su intento
De dejar, como restos de banquete,
En el erial terrestre huesos mondos.