Ortodroma y distancia geodésica

Creo que es un título complicado para algo tan simple.

La vida cambia de muchas maneras en tiempo y espacio (aquí y ahora): una de esas variables es la distancia (lejanía y cercanía), por allí dice una canción que la distancia es el olvido, pero yo no concibo esa razón.

Bueno, la cosa es que uno siempre tiene gente que está lejos, gente a la que uno le tiene cariño, estima, apego pues.

Quiero dedicar estas líneas a algunas personas con las que de momento el vector ortogonal de la forma P₁(x₁,x₂) y P₂(x₂,y₂) no facilita las condiciones favorables para echarse una birria como debe ser: sentados en la misma mesa.

Shashin. Mi buen amigo coreano con el que jugábamos ajedrez – y nos echábamos los buenos Marlboro Rojo- que se fue de aquí para estudiar en su país, luego se fue a China y ahora está en Los Angeles, CA. Estados Unidos.

Luis. Mi amigo beisbolista con el que jugábamos en la Zacamil y en el Saturnino Bengoa (su mamá me andaba cargando de arriba para abajo) que después de estar en México unas temporadas se trasladó a Humacao, Puerto Rico.

Marvin. Gran pana, compañero en varias aventuras de mi vida: desde El Cafetalón en Santa Tecla hasta los barrios bajos de Tegucigalpa, pasando por varios retenes de San Salvador. Ahora vive en el Canadá.

Cynthia. Que está en Milán, Italia, estudiando y me hace muchísima falta aunque no me lo crea. No tengo a quien empujar con la cadera en los pasillos del centro comercial desde que se fue ni tengo con quien ir a comer yuca los domingos.

Este post es para ustedes, espero que regresen pronto.

Se les desea siempre lo mejor.