Papi:
Sé que no soy el ejemplo de hijo que vos quisieras que yo fuera, ni cumplo a cabalidad con las expectativas que tenés de mi. Reconozco que me he equivocado demasiado, que no ves claro el punto al que quiero llegar en mi vida y que te he fallado en algunas cosas. Sin embargo, a pesar de todos mis numerosos errores, quiero decirte que a mis 25 años por fin te comprendo, por fin aprecio ese amor magno que nos has dado a nosotros tus hijos desde siempre, desde pequeños.
Has formado en mí gran parte de lo que soy, te agradezco cada segundo de tu tiempo y de tus preocupaciones, por todo lo que me has enseñado y sobre todo, por la paciencia que has tenido conmigo al escucharme, sé que soy una persona difícil a veces.
Sos una de mis personas favoritas, te admiro mucho y quisiera ser tan buena persona como vos, ser tan inteligente como vos, ser tan cariñoso como vos, ser tan sabio como vos… quisiera ser como vos.
De verdad papi, de verdad, te amo mucho, no te imaginás… me vas a hacer muchísima falta cuando ya no estés.
Como decía aquella taza que te regaló mi prima, sos un papá superlativo: el mejor papá.
Feliz día del padre.
Tu hijo que tanto te ama.
Rafa