Andanzas y malandanzas de un mesero en la rebusca

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Hace varios meses estábamos aburridos un martes chateando en la noche con un chero que para guardar su anonimato voy a llamar Baileys. Baileys me decía que quería irse a echar un par de heladas a algún lugar pero que no andaba pisto, yo tampoco andaba nada pero me dijo que en su casa tenía un remanente de 18 cervezas que habían sobrado de un cumpleaños el fin de semana anterior y me propuso ir a un famoso bar bailable (donde hay cover en la entrada pero el que cobra la entrada ya nos puede y también un par de meseros) y ver si nos daban chance de echarnos las birrias alli adentro pero el Baileys quería que como las cervezas que el tenía estaban tibias ya en el bar nos las cambiaran por heladas. Pequeño caprichito del Baileys, casi nada le pedía el cuerpo.

Pues para estar más seguros todavía, Baileys propuso que le dijéramos a otro chero que tenía más confianza con los del bar, voy a llamar a este otro amigo Don Julio para proteger su identidad. Pues nos fuimos con Don Julio y Baileys rumbo a este famoso bar donde hay cover y nos hicimos los majes, nos dejaron entrar sin qué ni para qué después de intercambiar un par de apretones de mano y unos cuantos saludos. Ya adentro nos mirábamos las caras Don Julio, Baileys y yo como sin animarnos mucho a proponer lo que llevábamos pensado en parte por las altas probabilidades que teníamos de obtener una negativa de parte del o los mesero(s).

Al fin nos decidimos después de como 15 minutos de estar dando vía y, atacando desde tres frentes en ráfagas de tres haciendo recurso de la ingeniería social logramos convencer al mesero de hacernos el favor, el lugar estaba algo vacío así que una vez aceptada la propuesta por el mesero nos dispusimos a tripear la logística para la operación de transporte y sustitución de productos para garantizar el abastecimeinto sin que nadie lo notase o despertara sospechas. Se nos ocurrió una brillante idea que resultó bastante bien, inmejorable.

Y esta es la historia de cuando Don Julio, Baileys y yo nos echamos 18 cerves (a razón de 6 por individuo) en un bar bailable (donde hay cover) sin pagar la entrada y dejándole $5 al mesero en concepto de propina-agradecimiento por hacernos el paro de cambiarnos las birrias tibias por heladas.

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