Siddhartha
Hermann Hesse
Ya les he contado antes que hace algunos años asistí a un grupo de Alcohólicos Anónimos para evitar el consumo de bebidas alcohólicas y asegurar una más pronta recuperación de la hepatitis que sufrí cuando tenía 18 años.
Fue una gran experiencia la verdad, y lo fue por muchas cosas, realmente aprendí a valorar cosas que no me daba cuenta en aquel entonces y que ahora – haciendo una pausa para inspeccionar mi vida- debo volver a valorar. Conocí muchas personas que de alguna manera cada una una y poco a poco dejaron algo en mi.
Una de esas personas fue una chera que se llamaba Carolina, ella tenía un problema de adicción y abuso de drogas y alcohol a causa de depresiones que nunca comprendí, la chava era super inteligente, chispa, platicábamos de libros y esas cosas. Una noche al terminar la sesión se me acercó con un libro y me lo obsequió, me dijo que le gustaba platicar conmigo y que quería compartirme ese libro que – según decía ella- le había ayudado a descubrir cosas bonitas.
En la segunda hoja del libro (de la colección Clásicos de Editoriales Prisma) está una de las dedicatorias que más aprecio, dice:
La felicidad es una mariposa que, si la persigues, siempre está justo más allá de tu alcance; sin embargo, si te sentaras en silencio, podría posarse sobre ti.
Tu amiga, Carolina.
Junio de 2001.
Luego dejé de asistir al grupo, dejé de verla y nunca más supe de ella. Una vez fui a un edificio de una reconocida aseguradora y en una de sus oficinas de cristal creí reconocerla. Cuando ya me iba después de hacer mis diligencias no pude evitar tocar la puerta de esa oficina, me presenté y le pregunté su nombre, le recordé la dedicatoria que está allá arriba y con un poco de esfuerzo ella me reconoció, en ese momento supe que el pasado de la vida de cada quien se guarda detrás de la apariencia. Nos saludamos brevemente, cuestión de unos pocos segundos. Me fui con la alegría de saber que había recuperado su vida – o al menos quise creer que era así-, ojalá que sí.
El estupendo libro de Hermann Hesse publicado en 1922 habla sobre la vida de Siddharta, un joven hijo de un Brahmán que junto con su inseparable amigo Govinda se hacen al mundo para vivir de manera sencilla y despojarse de los deseos que conllevan a la infelicidad y al sufrimiento.
Es un libro de solamente 172 páginas que bien puede leerse de lunes a viernes leyendo una hora antes de dormir. Es un relato o algo parecido a una novela, no es para nada religioso sino espiritual:
Hay una frase que me gusta mucho y es cuando Siddhartha llega a un río y le pide a un barquero que lo lleve a la otra orilla. Ya estando en la otra orilla Siddhartha le dice que no tiene cómo pagarle ni nada para obsequiarle, le explica que es el hijo de un Brahmán que ha decidido vagar por el mundo. El barquero le dice: No te preocupes, que tu amistad sea mi paga.
Otra frase: Tu alma es el mundo entero.
Y revisando mis anotaciones al margen – que en este libro no son muchas- destaco una:
Siddharta estaba inmóvil y, por un momento, apenas el lapso de una aspiración, su corazón sintió frío; cuando se dio cuenta de lo solo que se hallaba, sintió que algo semejante a un animal pequeño, un pájaro o una liebre, se helaba en su pecho.
Un gran libro, muy recomendado para tod@s.