Sé que es temprano pero tengo sueño porque ando cansado, vengo regresando de Suchitoto donde fui a pasar la tarde con unos amigos, estuvo bueno el trip, al rato te cuento.
No se me ha olvidado que hoy es tu cumpleaños, no lo voy a olvidar nunca, es solo que esta vez vengo a saludarte un poquito tarde.
Estoy bien, más o menos, pero vos eso lo sabés perfectamente, desde el cielo podés saber lo que me pasa por la cabeza y por el corazón. Quiero decirte que te quiero mucho, que te extraño, que me hacés una falta inmensa, que mi blog ya cumplió su primer año, que sos la primera persona a la que felicito dos veces por su cumpleaños y pues en este año tampoco apareciste en mis sueños.
¿Qué se siente estar allá? ¿Cómo es? ¿Hay ceviches de pescado?
Anoche me acordé de los zapatos de golfista que me regalaste que tanto me gustaban: los blanquitos MacGregor. También anoche pasé por aquella casa en la que viviste hace muchísimos años donde yo jugaba con aquel barril oxidado lleno de arena en la que crecía maleza, hay cosas que parecen no cambiar, se miraba igual que entonces a la par del puente.
Un día de estos iba a contarle a alguien del por qué no me gustan las pupusas que llevan frijoles pero me detuve y no se lo conté porque justo antes de decírselo me di cuenta que hay cosas que a las demás personas no les importan, no les interesan, no las van a comprender y solo tienen significado para uno mismo.
Feliz Navidad abuelita, la pasé en casa de mi papá con mis hermanos, super tranquilo y el 25 estuvimos en la casa de tía Estelita con Javi, Claudia, los peruanos y mis hermanos. Los sobrinos están grandes.
Me hace mucha falta abrazarte en estos días.
Feliz Cumpleaños.
Te amo.