Viernes en Los Rinconcitos

Ayer regresé cansado y con una mochila llena de tareas que hacer, pasé clavado pensando cómo hacer unas cosas, casi no comí – no me dio mucha hambre en el día- y cuando vine a mi casa, entré a mi cuarto y encendí la computadora, puse mi password y en lo que cargaba el escritorio me senté en la cama y medio me recosté, la cosa es que me quedé dormido. Dormí como 3 horas pero descansé como si hubieran sido 6.

Me desperté y como a los 5 minutos me cayó una llamada de Beto para ver qué nos íbamos a hacer. Me vino a traer tipo 11:30 pm y nos fuimos a Mai Thai allí en Multiplaza, nos sentamos en la barra y nos atendió una chera buenísima onda que se llama Marla, bien simpática ella y super atenta.

Allí en La Cueva me encontré a Jessica, tenía años de no verla. A pesar de que la quise mucho durante algunas semanas hace muchos años, no sentí nada especial al verla esta vez.

Me acordé de cuando estábamos una vez con el Chino Alex en aquél chupadero que quedaba atrás de donde ahora es la Despensa de Don Juan del Blvd. Los Héroes: el Camp Nou. Allí recuerdo a mi amigo hecho mierda llorando por la gorda cerota y me recuerdo a mi mismo tratando de comprender el por qué Jessica se había ido de mi vida sin decirme nada.

Beto tenía ganas de ir a conocer Los Rinconcitos así que jalamos para allá, entramos y nos quedamos un rato en la barra principal echándonos unas beers viendo el toque de Frigüey. Allí saludé al Barney Tablas y a Ruicho, también vi al Trucutú, al Carepo Villeda y al MP (léase ‘em-Pí’) que me contó que acabada de volver de vacaciones en Río de Janeiro, Brasil. Más tarde me encontré al Grimaldi y a Demetrio.

Como Beto es más bailarín que espectador de toques fuimos a darnos una vuelta a la zona bailable. Había – como siempre- algunas babes sozinhas pero socadellis hasta la mierda, pobres pendejas. Nos terminamos la beer y nos cagamos de la risa, así que fuimos a la siguiente terraza a ver qué ondas en el karaoke a ver si teníamos suerte.

Estando en el karaoke todo fue sentarse a platicar, escuchar a la mara cantar sus canciones y nos echamos el show de un bicho que ya andaba hiperalcoholizado que se puso a bailar con una chava que andaba en vestido – alcoholizada seguramente también- y una gran pelazón el cerote ese y la bicha – que estaba medio buena-, les aplaudieron después de bailar ese reguetón.

Ya eran las 3 am así que había que jalar a otro lado. Como ya todo cerrado, era mejor descansar así que me vino a tirar a mi casa y quedamos de ver qué ondas para hoy en la noche.

Que hueva, me voy a jugar ajedrez donde mi tío. Bye.