El amor, las mujeres y la muerte
Arthur Schopenhauer
Para mi gusto, la filosofía de Schopenhauer es una filosofía que quedó sin vigencia casi en su totalidad desde la segunda mitad del siglo XIX. Este filósofo descubridor del mundo y enamorado de las ideas de Immanuel Kant era de una mente muy vertical, reflejaba el idealismo alemán de su tiempo, de una Europa refinada y de la superioridad masculina.
Ya quisiera ver yo al vergo de viejas feministas en un debate con el oriundo de Danzig, las haría picadillo, aun a las más intelectuales, a veces pienso en esto para distraerme un poco y me sonrío. Confieso que Schopenhauer rayó mucho con sus ideas en mi cabeza durante una época que se extendió más de lo debido en mis tempranos años veinte. En alguna ocasión cuando hablaba frente a alguien y la conversación de trabajo se volvía aburrida yo seguía observándolo por cortesía pero mi mente viajaba en las ideas de Schopenhauer y paseaba sus sentencias una y otra vez hasta quedarme ido, me preguntaba qué pensaría el filósofo sobre el tema del que hablaba mi interlocutor, que diría sobre sus aspecto, sobre su capacidad intelectual, sobre sus aspiraciones y propósitos.
En el particular que compete a este libro de El Amor, las Mujeres y la Muerte Schopenhauer expone en pocas páginas toda su estructurada verborrea a ensayar sobre los temas que incluye el título del libro que no es una obra sino una compilación realizada por terceros y para su publicación.
Schopenhauer vuelca todo su desprecio desmedido hacia las mujeres en una forma capaz de herir susceptibilidades y qué digo susceptibilidades, es muy directo el fulano pero lo hace linguísticamente elegante. A mi me resulta impresionante.
Recuerdo que mi ejemplar fue consumido por el fuego en un incendio que ocurrió lamentablemente en la casa de un muy buen amigo mio a quien yo se lo había prestado. Cosas de la vida.
Si quieren leer un artículo más completo y con categoría, les recomiendo encarecidamente visitar el Blog de Gloria ya que ella es mujer y aunque se nota que escribe con sentimiento no deja de lado la academia.
Hasta luego y pásenla bien.