Entrevista para la visa en la embajada de Estados Unidos

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Llegué a la embajada de los Estados Unidos en San Salvador una fría mañana de viernes para acudir a la cita programada después de pagar y hacer la respectiva llamada, llevé toda mi documentación en regla, hice la cola para ingresar, pasé la revisión en el área de seguridad y luego me senté en la sala de espera. Me encontré a un amigo que iba también a tramitar su visa y hablamos un rato mientras esperábamos. Esperamos 30 minutos en esta área.

Luego pasé a una ventanilla a presentar mis documentos para que los revisaran y luego pasé a otra sala donde estaban ya las ventanillas donde los agentes consulares hacen las entrevistas. Pasé y lo primero que hice fue pasar a una ventanilla a registrar mis huellas dactilares. Esperé por cerca de 40 minutos alli adentro y luego pasé a mi entrevista con una agente consular más fea que Frankenstein acabándose de levantar un 31 de octubre. Había 3 agentes realizando las entrevistas: el primero era un negrito bien simpático y amigable, la otra era una chera con piel «café con leche» bien bonita y la tercera era la chelona desagradable de 125 kilos con la que me tocó la entrevista. Para pasar el tiempo llevé una estadística mental de lo que observaba, es fácil darse cuenta a quién le dan la visa y a quién no. El negrito había otorgado 7 visas de 10 personas que pasaron con él, la «café con leche» a un ritmo más lento le dio la visa a 4 de 7 entrevistados y la masa amorfa innombrable había rechazado a 11 de 13 personas tan rápido que me hizo pensar que quizás tenía ganas de despachar a la gente cuanto antes para ir al baño.

En la cola uno puede escuchar lo que le preguntan a los entrevistados y casi más o menos son las mismas preguntas. Lo último que yo hubiera deseado era pasar con la chele y casi doy gracias a Dios cuando vi que el negrito ya había aprobado la visa de una señora mayor y luego iba yo con él pero en eso esta señora se regresó a preguntarle algo sin sentido y cuando me disponía yo a pasar con el negrito la chele que estaba en frente de mi quedó disponible y me dijo «pase». Le hice huevos y pasé con ella. Aquí les pongo mi entrevista:

– Buenos días – dijo-.

– Buenos días – respondí-.

– ¿A dónde quiere ir?.

– A Dallas, Texas.

– ¿Ha viajado antes?.

– A México y a Centroamérica únicamente.

– ¿A qué se dedica?

– Tengo una empresa de consultoría para negocios.

– Deme sus declaraciones de impuestos de los últimos 3 años.

– Traigo las declaraciones de los últimos 3 meses, es una empresa nueva.

Acto seguido le entregué mis declaraciones y vi que sus dedos teclearon los números de una de mis declaraciones de impuestos y lo repitió tres veces, hizo un gesto de negación y entonces dijo:

– ¿Es legal su empresa?

– Sí por supuesto, aquí están mis credenciales.

Las vio con desdén sin tomarlas, volvió a ver la pantalla de su computadora y me dijo:

– Lo siento, usted no puede viajar a los Estados Unidos.

Tomó un papelito y me lo entregó junto con mis declaraciones de impuestos, levantó la mirada y vio hacia la cola como presta a llamar al siguiente aplicante cuando yo tomara mis documentos y me apartara de la ventanilla.

Antes de retirarme le pregunté el por qué de su decisión o algo que me indicara su criterio y negó con la cabeza y repitió que no soy apto para viajar a Estados Unidos que intente de nuevo cuando mi situación haya mejorado.

«Cuando mi situación haya mejorado»… WTF! – pensé-. Agarré mis documentos y salí de esa embajada mierda sin la más mínima intención de volver. No pude presentar mis extractos bancarios, no me pidió mi pasaporte vigente ni mi pasaporte anterior.

Mi vida está aquí en El Salvador, no me interesa ir a quedarme a los Estados Unidos, planeaba ir a explorar a un proveedor para hacer negocios y aprovechar para asistir a unos eventos de Social Media del Marketing Jam. Lástima grande porque en verdad me hubiera gustado mucho ir.

La conversación duró apenas 3 minutos.

Ya estando menos susceptible a la decisión de la agente consular me puse a pensar en que Dios sabe lo que hace.

Bien decía mi sabio y querido Dr. Daniel Wisecarver:

Lo que no me gusta de Estados Unidos es su gobierno. Pero los demás somos gente normal.

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Alexander

ese lokillo..puta que mal que te la hayan negado man.. creo que si hubieras llevado una carta invitacion de alguien que conozcas aqui en USA .. te hubiera servido..pero bueno suerte la proxima.. y que paso con tu novia …la que estaba embarazada..ya nacio el cachorrito?? bueno man cuidate..

Carlos Iones

Lo siento amigo veo qeu te paso hace poco eso la verdad hay muchos gringos que son bien mierdas, a ellos les vale la gran verga la gente sea buena o mala les vale verga lo siento te toco la mala, oajal cuando vaya yo me la aprueba, suerte.

Edith

Yo ya fui 4 veses y me la niegan pero voy ha bolver a ir este año primero Dios me valla bien