Hipertensión Pulmonar Persistente en el Recién Nacido (HPPRN)

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La Hipertensión Pulmonar Persistente en el Recién Nacido (HPPRN) es una condición que pueden presentar algunos neonatos debido a complicaciones en el trabajo de parto, por algún defecto congénito, por presencia de serotonina en la madre debido a abusos de fármacos antidepresivos o por presencia de grupos de neumococos. Según estudios realizados en Estados Unidos esta patología se presenta en 2 de cada 1000 recién nacidos vivos y consiste en que hay una hipoxia debido a un fallo respiratorio, en pocas palabras que el bebé sufre de poca oxigenación porque no está respirando bien. Algo falla, la aspiración o la expiración.

Ocurre casi siempre en bebés post término (después de la semana 41) y en partos por cesárea. Es posible que el sufrimiento fetal en la labor de parto sea tan agudo que provoque una desaceleración en el ritmo cardíaco y el bebé sufra de asfixia por un momento.

Al momento del alumbramiento los pulmones del bebé se contraen y no logran expandirse lo suficiente para que pueda respirar consistentemente, esa falta de oxígeno hace que su piel se torne un poco azulada. El tratamiento inmediato es hacer que respire por medio de un ventilador mecánico con una proporción de óxido nítrico y oxígeno. Generalmente se administra un sedante para que el bebé no se quite los tubos. El bebé permanecerá bajo observación en la unidad de cudiados intensivos.

El reto médico es normalizar la actividad cardiovascular mejorando la oxigenación alveolar.

Si los niveles de oxigeno no muestran avance se coloca al pacientito en un ventilador oscilatorio de alta frecuencia y se le administran vitaminas junto con todos los demás medicamentos.

Si estos tratamientos convencionales no funcionan el bebé debe someterse a la Máquina de Oxigenación Extra Corporal – ECMO en inglés- que le extrae la sangre, la oxigena y la devuelve al torrente sanguíneo. Aquí el riesgo y la probabilidad del bebé a resistir hay que considerarlo. Las estadísticas sugieren que excepto en aquellos casos en lo que existan malformaciones congénitas no existirán secuelas de largo plazo debido a los tratamientos.

Sea cual sea el caso de su bebé, lo primero es pedirle a Dios que todo salga bien. Confiar en que todo saldrá bien y que en unas semanas van a tener a sus bebecitos con ustedes en sus casas. Hay que ser fuertes.

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