El sábado 13 cumplí 31 años y fue un cumpleaños raro, trabajé toda la noche de viernes y salí de la oficina a las 3:45 de la madrugada ya siendo mi cumpleaños. Tenía una hambre inmensa y pasé a la gasolinera Puma que está en La Gloria a buscar algo de comer, estaba lloviendo un poco y solo me comí un croissant de jamón y queso y un Snapple de té negro con durazno, compré unas papitas Pringles de crema y especias para comerlas más tarde.
El relay del pito se me jodió y no podía pitar para que el vigilante de la colonia – o centinela como dicen en México- me abriera de inmediato, creo que sería buena idea tener un portón automático, un Liftmaster digo yo jejeje voy a hablar con los de la directiva de la colonia a ver que cara hacen. Bueno, el rollo es que me tocó acelerar en neutro varias veces para con el ruido alertar al vigilante de que estaba yo alli.
Me parqueé y luego ya en mi cuarto me comenzaban a dar vuelta muchas ideas en la cabeza, tuve una semana difícil, la comencé enfermo con una gripe que me llevó putas, presionado con sacar varios proyectos adelante y comer mal y dormir mal. De amores ni se diga, jodido. Pude conciliar el sueño apenas a las 5 am que fue la última hora que recuerdo haber visto en el reloj.
Me desperté tipo 11 am y salí de mi cuarto a mediodía. Almorcé atún con champiñones y maíz dulce, solo fui a comprar una gaseosa de uva. Luego fui a recoger a mi hijo que estaba en la casa de mi papá y me estuve un rato alli platicando con mi viejo, me dieron una sopita bien sabrosa de posta de cerdo creo y luego nos regresamos a la casita con mi hijo que tiene una energía tremenda. En la casa estaba mi mamá y mi tía Libert y yo como si nada me dormí de nuevo, quizás de 5 a 9 PM y vi que me hicieron un asadito, tan lindas ellas, y luego llegaron Oscar, Nelson (que también cumplía años) y un chero de él. A la pequeña fiesta se sumaron el Joshua y más tarde, el Chino Alex.
Mis hermanos uno en Panamá y el otro en Rusia, ha sido uno de mis cumpleaños más extraños. A pesar de todo la pasé bien, contento, descansando.
Agradezco a todas aquellas personas que se tomaron el tiempo de llamarme para felicitarme y a quienes lo hicieron por facebook, skype, correo electrónico, bb messenger, whatsapp y mensajito de texto convencional. Aprecio mucho sus muestras de cariño aun en la distancia física y el tiempo que nos separa. A veces uno se olvida de lo importante que es convivir.
El domingo pasé echado y me fui a comprar mi regalito que más tarde se los enseño.
En la noche Carlos y Joshua me invitaron a cenar a La Pampa Argentina de Constitución y alli conversamos un rato y compartimos riéndonos mucho. Gracias a Alejandro, el mesero, quien muy diligentemente nos atendió. Tiene una paciencia suprema para aguantar a este par jajaja…